Mónica Oblitas, todoterreno

La selección que Mónica Oblitas Zamora ha condensado en un libro de 676 páginas que incluye bien logradas fotografías de Vassil Anastasov y Álvaro Gumucio, confirma lo que ya sospechábamos hace mucho tiempo: es una periodista todoterreno.  Periodismo 4×4 se ha presentado en varios escenarios del país y en su paso por Santa Cruz, la autora también se dio tiempo para compartir su experiencia profesional y personal con estudiantes universitarios.

Visitó el curso de Redacción periodística en la UPSA y cautivó al grupo con su testimonio de vida y de trabajo. Plenamente identificada como defensora del medioambiente y de los grupos en situación de vulnerabilidad, se desenvolvió como la experta que es en estos temas. Atenta a la curiosidad de los jóvenes habló de lo bonito y también de lo desagradable del oficio, compartió generosamente su técnica para lograr reveladoras entrevistas, demostró su dominio en el uso de los géneros periodísticos y planteó los desafíos que supone el avance de la tecnología, en especial la inteligencia artificial. Aunque el encuentro fue breve, resultó muy provechoso. 

Las crónicas, entrevistas, reportajes y semblanzas incluidas en Periodismo 4×4, son piezas que ayudan a comprender el pasado reciente en el país, porque están ordenadas cronológicamente y las certeras entrevistas aproximan a los lectores a conocer personalidades indispensables en campos diversos. El fascinante apartado de las semblanzas resulta revelador.

El aporte bibliográfico es indiscutible porque en estas páginas se refleja con fidelidad y sensibilidad el acontecer de este tiempo, entre 2001 y 2016, y a la vez es un manual de buen periodismo.  Un documento recuperado de la hemeroteca de ese baluarte del periodismo que es Los Tiempos, de Cochabamba, un material que no es posible encontrar en repositorios digitales y que Mónica Oblitas pone a disposición del público en una arriesgada, por no decir temeraria, edición dado el contexto de escaso fomento a la publicación y el bajo nivel de lectura en el país. Batalladora como es, ya se dijo, todoterreno, la autora apuesta por el libro y encara con decisión y en solitario el desafío titánico de la difusión de su obra.